Haciendo unos sencillos cálculos, tardaría más de 190 millones de años, a un soneto por minuto. Sin embargo hay un escritor que lo consiguió utilizando su ingenio.
Un poeta y matemático francés, Raymond Queneau, publicó en 1961 un libro que consistía en 10 hojas en las que escribió diez poemas de 14 versos, con la particularidad de que concordaban en su contenido.
Posteriormente recortó las hojas en tiras de forma que cada tira contuviese un solo verso, de manera que se pudieran levantar las tiras por separado y hacer casar unos versos con otros.
De esta forma, el número de poemas que se podían componer alcanza la friolera de 100 billones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario